miércoles, 9 de diciembre de 2009

Y de dónde salió ese…valor!!!

Los que me conocen saben como rehuyo a las enfermedades, enfermos, accidentes, accidentados, a socorrer a la gente en determinadas situaciones. ¿Por qué?, por mi alta sensibilidad, no es indiferencia, puedo asegurarlo, pero me he dado cuenta que cuando alguien está enfermo yo corro en dirección opuesta. Porque siento los síntomas, porque se me adentra el dolor o los dolores, me mareo, me agobio, pongo los ojos grandes o bien chinitos, y me falta el aire. Ya quisiera ser diferente, y creo saber de dónde viene esta forma de ser, pero eso da para otra historia.

El asunto es que soy una cobarde cuando de dolores, sangre, carnes abiertas, heridas cortantes, etece, etece!!! Se trata; No tengo el valor para enfrentar esas situaciones, me falta la valentía, para afrontar lo que se convertirá para mí, en mas menos una semana aquejada de males y pasando rollos mentales, en las noches con insomnio. No como mi hermana, que dónde ve una herida o enfermo ella quiere estar, no lo comprendo y ella no me comprende a mí, la cuestión es que somos diferentes pero no menos importantes. A mí me gusta escuchar a la gente, y poder apreciar las heridas del alma, lo que el corazón aqueja, y no las de la piel sangrante. Eso es claro.

Volvíamos de un día de playa, en auto por la autopista que da entre la Costa y Santiago (capital). Y de pronto vimos delante de nosotros, como un pequeño auto iba siendo conducido de manera poco hábil. Un inmenso camión, venía por nuestra derecha, y de pronto, siento que alguien del auto nuestro dice, Van a chocar!!! Y el ruido grande. Tuvimos la suerte de no estar en medio de ese caos, pues pudimos ser tocados por cualquiera de los dos vehículos.

La primera reacción fue, tenemos que parar!!! Y ver si la gente está bien, aunque había temor porque el impacto se había sentido grande. Todos, es decir las tres personas que iban en el auto, dijeron Si! Excepto yo la número cuatro, que dije Nooooo!!! Sigamos, NO pares!!! (Ya el miedo me consumía, no podía imaginar la escena). El auto siguió avanzando dada mi negación a bajarnos, pero luego retrocedió, paró y todos bajaron, menos la cobarde que se quedó dentro del auto (yo). Todo lo que hice fue orar, dar una plegaria porque todo estuviera bien, o menos mal.

Pasaron varios minutos antes que decidiera bajar y ver. Iba con las manos sudorosas, y el corazón todo apretujado; mientras mas me acercaba al lugar, sentía más alto mis latidos, pensé que caería ahí mismo abatida, por el solo hecho de que me temblaban mucho las piernas.
Hasta que pude ver a una mujer joven tendida en el piso, estaba medio inconciente, sus ojos lloraban solos y cerrados, y sollozaba bajito, se lamentaba, tenía frío, estaba ahí con golpes. El novio de ella, estaba ensangrentado con un golpe en la cabeza; no se sentó, caminaba de un lado a otro desorientado, iba y venía como no sabiendo qué hacer, estaba en shock, ambos estaban en shock, yo también.

No supe cómo, de pronto me vi tomada de la mano de la mujer, acariciando su pelo, hablándole bajito que todo saldría bien. Le sequé las lágrimas, pasé mis manos por su cara, quise arroparla. Luego sin saber cómo tampoco, le puse mi cortaviento a su novio que andaba solamente en polera, no me importó si la dejaba con sangre, no me importo nada la verdad. Terminé junto a otros más, dando ánimo, dando tranquilidad, y revisando junto a carabineros el auto por las pertenencias que los jóvenes nos habían dicho que traían. Faltó que me metiera a la ambulancia con ellos, y pasara la noche pendiente de cómo iban evolucionando.

Cuando se fueron las ambulancias, y nos subimos al auto para retomar camino, todos estábamos impactados por lo que habíamos presenciado y vivido. Pudimos haber sido nosotros. Una de las cosas que se dijeron y que hizo soltar la risa entre tanta preocupación y nervio, fue el comentario, ¿Y qué hacías tú ahí??? ¿Cómo es que estabas sentada en el suelo con la mujer herida???
¿Eras tú???!!!!!

Si, yo tampoco sé cómo llegué ahí, no quiero repetir la experiencia, pero si se da un día, quiero tener el valor que esa noche tuve, sin ser yo, siendo.

Anouna

9 comentarios:

KUBAN dijo...

Es difícil enfrentar esos miedos, pero como tu misma pudiste sentir, cuando la situación lo amerita el valor sale de algún rincón del corazón. Un abrazo, amiga y gracias por tu visita. Un abrazo.

Luis Arturo Cerón dijo...

¿Y de dónde salió ese valor?.....Pues de ti mujer, siempre lo has tenido, cuando la situación lo requirió, estuviste presente, ahora, el saber escuchar, entender, ser empático y aconsejar, necesita tanta o mas valentía que lo otro, y no son muchos los que tienen esa capacidad.

Un beso

Gaspar

Alma Mateos Taborda dijo...

Supiste vencer los miedos, pues tu solidaridad pude más. Un abrazo grande.

Anouna dijo...

KUBAN: Hay situaciones en la vida que nos muestran que podemos más de lo que creemos poder. Los momentos difíciles son los que nos hacen saber realmente con cuánta fuerza contamos, en especial los que no nos atrevemos con todo, como mi caso.

Gracias por estar siempre, un agrado tenerte aqui.

Anouna

Anouna dijo...

GASPAR, Love: A veces quisiéramos siempre ser un entero, y no un cuarto de fracción. A veces me siento así, y quisiera ser más de lo que soy, pero siempre!! Ya me conoces, no tengo que explicarte cierto? Gracias por tus palabras, me llegan mucho.

Besos,
Anouna

Anouna dijo...

SOYKPS: Que así sea Amiga, tal como tu bello mensaje lo dice, volcarnos a lo pleno y puro, que de lo otro ya tenemos suficiente. Una vida que desea Dios. Ufff me tocaste con eso. Profundo.

Abrazos, paso para verte.
Anouna

Anouna dijo...

ALMA MATEOS: Primero, te agradezco el estar en este espacio, un agrado total contar con tu compañía.

Saber vencer los miedos no es fácil, se requiere de una fuerza mayor a la de una para vencerlos. Dejarse llevar por esa fuerza es quizá, si lo hay, el merito al momento. Soy cobarde en ciertos temas, pero agradezco a ese poder que puede hacerme superar a mí misma. Gracias por tus palabras.

Anouna

MAJECARMU dijo...

Anouna,no sabía que tenías otro blog..Es un blog muy especial,como tú.. Esa imagen del árbol soltario en el agua es muy sugerente..

Me alegro de que vuelvas de nuevo con sorpresa y buena letra..
A mi me pasa lo mismo que a ti,cuando hay accidente me afecta y no sé que hacer..Pero, las fuerzas salen y somos más fuertes de lo que parecemos.

Mi felicitación y mi abrazo,amiga
M.Jesús

ELILUC dijo...

Eres muy valiente,, puedes estar segura!!!!
un abrazo