miércoles, 13 de octubre de 2010

VAMOS CHILE QUE SE PUEDE...Y SE PUDO!!!




Ya estamos todos sobre el suelo de Chile, nadie ha quedado bajo tierra!!

Estamos Felices de poder tener a todos los Mineros con sus familias.
¡Bienvenidos a casa queridos Amigos!


Mi abrazo a la distancia para los 33

Anouna


“Yo venía desde el norte de Chile desierto,
cobre y piedra, silencio (...)
Cordilleras
(Pablo Neruda)

viernes, 8 de octubre de 2010

Palabras de Hoy



Hoy no viene a mi memoria la nube,
ni el mar, ni las aves, las estrellas azules,
menos la mariposa taciturna posada
delicadamente sobre el brazo;
ni la musa de cabellos largos mirando
detrás de la ventana, ni los dioses que observan
por debajo de las cortinas, mi humanidad.

Hoy sólo pienso en zapatos, cebollas, pan, ajo,
mantequilla, vagabundo, sapos y culebras;
cosas demasiado comunes para pintar un poema,
entonces, no lo llamaré poema
-para que nadie se ofenda-
Le llamaré palabras de hoy, mis palabras, mi hoy.

Hay días así tan humanos,
tan sorprendentemente humanos; absurdos, aburridos,
cansados, despiertos, felices, extraños, días de mí.
Y es que lo cotidiano me alcanza y en alguna hora
habrá una cebolla para picar o un ajo para moler;
la mantequilla de campo estará sobre la mesa,
no será foie gras ni queso camembert,
será la mantequilla sobre el pan caliente
más sabroso que pasos de bailarina de ballet, en puntillas.

El vagabundo que “cuida” la entrada de la iglesia,
me regaló un “beso enorme” en la mañana,
fue como un alarido llegando a mis oídos,
una necesidad confesada de un ser que espera
alguna caridad a la pasada, incluso un beso.
Tuve ganas de abrazarlo y darle uno en su descuidada mejilla,
pero sólo atiné a devolverle el gesto con una sonrisa,
su olor penetrante me apartó de él.
Mi alma es demasiado pobre a veces.

¡Y qué decir de los zapatos
que en ocasiones anteriores por tener tantos
no sabía cuál ponerme!
Zapatos sólo eso, algo para ir y venir
con rapidez o lentitud nada más.
La vanidad, esos diseños tan variados, la fina coquetería,
el deseo de que las miradas se dirijan a los pies
¡Cuánto tiempo perdido para poder combinarlo todo!
desde los aros al vestido, desde el anillo a la cartera,
todo por unos zapatos, para salir y llegar.

No es un poema obviamente,
solamente palabras que en el hoy surgieron –mi hoy-
Acaso sólo más que unos cuantos
Sapos recostados sobre la laguna
y culebras sin piernas.

Anouna